¿Por qué compites?
By Grace EscaipJuly 15, 2013
Yo he observado que uno de los pensamientos que generan mucho estrés en nuestra vida es el creer que para obtener lo que queremos y necesitamos y para estar a salvo tenemos que competir.
Podemos competir por muchas razones, por muchas cosas y de muchas formas. Por ejemplo:
por las cosas que tenemos: tener la mejor casa, el mejor coche, la mejor ropa,
las mejores joyas, los mejores libros y hasta por tener el mejor cuerpo, los
mejores maestros, la mejor pareja y los mejores hijos (como si fueran cosas); competir
por lo que hacemos: los mejores viajes, las mejores fiestas, la mejor caridad,
la mejor comida, por dar los mejores regalos, estar en las mejores escuelas, el
mejor trabajo; competir por lo que "somos": ser la mejor mamá o papá, el mejor
hijo, el mejor hermano, ser el mejor en tu profesión, el mejor amigo, etc.
¿Pero cuál es la verdadera razón por la que compites?
- ¿Para obtener amor?
- ¿Para obtener reconocimiento?
- ¿Para obtener respeto?
- ¿Para obtener una sensación de valía?
- ¿Para obtener atención?
- ¿Para obtener aprobación?
- ¿Para obtener compañía?
Detrás de todo este se encuentra la razón principal, esta es, por estar operando desde nuestro
yo herido con todas nuestras falsas creencias, queriendo definirnos desde el
exterior por no saber quienes somos en realidad.
Otra razón por la que competimos es porque el yo herido usa la competencia como motivador: si siempre me comparo con los demás y siempre trato de ser mejor que ellos entonces sí voy a lograr hacer, ser y tener lo que quiero y necesito. O, tengo que ver qué están haciendo los demás para ver qué me falta a mí y saber qué es lo que tengo que hacer para no quedarme atrás porque creo que los demás siempre están mejor que yo y que los demás saben hacer las cosas mejor que yo, y por eso yo nunca obtengo lo que quiero y necesito. O, tengo que ser siempre el mejor porque si no ya no me van a querer o me van a rechazar y entonces me voy
a quedar solo.
Competimos por estar siempre operando desde el yo herido o ego y por consiguiente desde todas nuestras falsas creencias, mismas que nos limitan, nos hacen daño, nos dicen que necesitamos competir y nos impiden descubrir nuestra pasión y nuestros dones, llevándonos así a vivir una vida llena de competencia, de mucha insatisfacción, y por supuesto y por lo tanto, a tener una vida y un cuerpo llenos de tensión.
Tal vez sería bueno que en lugar de poner nuestro foco de atencion en lo que son, en lo que tienen y en lo que hacen los demas, mejor nos enfocáramos en nosotros mismos para poder descubrir y transformar todas nuestras falsas creencias para que así nuestra esencia, que es la expresión de lo divino, pueda surgir y brindar con facilidad y de formas que nos brinden dicha y paz todos los dones y talentos que se encuentran en nuestra esencia, solamente esperando que les permitamos ser expresados desde el amor y la verdad.
Si tan solo nos mantuviéramos en la intención de aprender (y por lo tanto con el corazón abierto) sabríamos la verdad. Y con esa luz de la verdad y de la sabiduría de lo superior empezaríamos a sanar todas esas falsas creencias y entonces sí, las remplazaríamos con la verdad, misma que nos dice que no necesitamos competir ya que no existe nadie igual a ti ni a mí, y que no existe nadie más que tenga tus dones y talentos ni los regalos que puedes ofrecer desde ellos, los regalos que puedes ofrecer al ejercerlos y al vivirlos. Con la verdad de que el planeta tierra y toda la vida que hay en él esta esperando por tus regalos, esta esperando por eso que solamente tú puedes ofrecer y sobre todo por la forma única que tienes para ofrecer tus dones y talentos.
Ahora tal vez quieras empezar a explorar las siguientes preguntas: ¿Te has puesto a pensar si por lo que tanto compites en verdad vale la pena, si en verdad te brinda dicha, si realmente es lo que quieres ser, hacer o tener? ¿Si por lo que estas compitiendo en verdad te va a dar lo que realmente estas necesitando? ¿Cuál es la verdadera razón o causa subyacente por la que en realidad compites? ¿Cuándo tomaste la decisión de que tenías que competir para obtener lo que necesitas? ¿Quién te enseño a competir? ¿A quién viste todo el tiempo compitiendo para obtener lo que necesitaba? ¿Qué crees que va a pasar si dejas de competir? ¿Qué te da miedo perder si dejas de competir? ¿Cuándo concluiste que eres menos que los demás o que los demás te pueden quitar lo que te corresponde y por ese tienes que estar todo el tiempo compitiendo? ¿Quién te exigía ser el mejor todo el tiempo, o quién sentías que te condicionaba su amor y su aprobación si no eras siempre el mejor? ¿Eras reconocido solamente cuando ganabas algo o en algo? ¿Tus padres o familiares, o maestros, o amigos o alguien significativo para ti constantemente te decia que eras el mejor y lo bien que hacias todo? ¿Creías y crees que vas a decepcionar a alguien si no eres el mejor o tienes lo mejor? ¿Cuándo concluiste que tienes que ser mejor y tener más que los demás para así tú poder estar bien y a salvo? ¿Te relajaría saber que tú no puedes ser como nadie ni nadie puede ser como tú? ¿Te daría alivio saber que nadie tiene tus talentos ni puede ofrecer lo mismo que tú y que tú no tienes los talentos de los demás ni puedes ofrecer lo mismo que otros? Etc.
Inner Bonding es un proceso muy poderoso para que puedas entrar en contacto con tu esencia por lo tanto con tus dones y talentos, pudiendo así expresar todo tu potencial y por fin brindar todos tus regalos sin tener que competir.
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Today attend to your body, the wonderful house of your soul. Nourish your body with what it really needs - clean pure additive-free and pesticide-free food and clean pure water. Nourish your body with clean pure thoughts, thoughts based on truth rather than on the lies of the wounded self. Nourishing your body creates the frequency for connection to Spirit.
By Dr. Margaret Paul