¿solamente quiero ser entendido?

“Primero busca entender y después ser entendido.” Stephen Covey

Cuantas veces te has escuchado a ti mismo decir:

¨Solamente quiero que alguien me entienda.¨

¨Solamente quiero ser escuchado.¨

¨Me siento invisible.¨

¨Solamente quiero ser visto.¨

Yo sé cómo se siente no ser entendido, escuchado, o visto, dado que yo pasé la mayor parte de mis primeros 45 años de mi vida sintiéndome invisible.

Se siente terrible.

Para ese entonces había aprendido lo que Stephen Covey recomienda. Yo era muy buena para entender a los demás, pero seguía sintiéndome no entendida por ellos.

Solamente me tomó 45 años para darme cuenta que lo que realmente pasaba es que yo no me estaba viendo, escuchando, o entendiéndome a mí misma, y la gente en mi vida estaba reflejando mi propio sistema interior. Yo había trabajado tan fuerte para escuchar y entender a los demás que me había olvidado por completo de escuchar y entender mis propios sentimientos y necesidades. Yo creía completamente que dado que yo era buena para escuchar y ver y entender a los demás, ellos dejan de hacer lo mismo por mí.

Eso nunca pasó hasta que yo aprendí a ver, escuchar, entender y valorar mis propios sentimientos y necesidades.

No fue fácil empezar a oír mi interior. Yo estaba tan enfocada en los sentimientos y necesidades de los demás que estaba completamente fuera de contacto conmigo misma. Y tengo que aceptar que el hecho de que yo escuchara y entendiera a los demás tenía el objetivo de obtener algo a cambio. No venía del amor si no de la necesidad (del inglés “neediness”) - YO NECESITABA que ellos me escucharan y me entendieran porque yo me estaba abandonando a mí misma por completo.

Hoy muchos años después, la vida es completamente diferente. Es un hecho, que a mí me encanta cuando alguien me escucha y me ve y me entiende - pero ahora es la cereza en el pastel, no el pastel en sí. Ahora puedo escuchar a los demás desde mi corazón y verdaderamente verlos y entenderlos porque no necesito nada de ellos.

No necesito nada de ellos porque la pequeña niña en mi interior me siente con ella todo el tiempo - escuchando a mis sentimientos, tomando la acción amorosa en mi nombre, aprendiendo lo que mi niña interior necesita de mí como adulta amorosa - un padre-madre interior amoroso. Porque la niña en mí - mi yo sentimientos - se siente visto y escuchado y valorado y entendido por mí, puedo ofrecer mi cariño, consideración y entendimiento a los demás desde un corazón lleno.

Éste es el trabajo interior que todos necesitamos hacer si es que queremos alguna vez experimentar el sentimiento maravilloso que viene de ser verdaderamente visto y valorado.

Lo que se interponía en mi camino es que yo siempre creí que el ser visto y entendido por los demás es lo que era verdaderamente importante y satisfactorio. Antes de practicar Inner Bonding, yo nunca había experimentado la profunda dicha de verme, escucharme y entenderme a mí misma. No podía siquiera concebir el que esto se sintiera mejor que ser entendido por alguien más. Después de todo, mi valor no estaba, como le dice el mago al hombre de latón en el Mago de Oz, no en cuanto amaba, sino en cuanto me amaban los demás (¡la típica falsa creencia de un narcisista!).

Ahora, todavía me encanta ser entendida por los demás, pero no NECESITO ser entendida por ellos para sentirme merecedora y satisfecha en mi interior. Ahora, cuando alguien importante para mí no escucha o ve o le importa o entiende, yo puedo completamente y con compasión entender y tener consideración por la soledad y desgarro que mi niña interior pueda sentir, sin tomar su comportamiento como algo personal. Verme, tener consideración por mí y entenderme a mí misma es profundamente poderoso y satisfactorio.